Diseño de Productos Lección 4.4
Arquitectura del producto
¿Qué es arquitectura del producto?
Un producto puede considerarse en
términos funcionales y físicos. Los elementos funcionales de un producto son
las operaciones y transformaciones individuales que contribuyen a su
rendimiento general. Para una impresora, algunos de los elementos funcionales
son “almacenar papel” y “comunicarse con computadora central”. Los elementos
funcionales por lo general se describen en forma esquemática antes de ser
reducidos a tecnologías específicas, componentes o principios físicos de
trabajo.
Los elementos físicos de un
producto son las partes, componentes y subconjuntos que en última instancia
ponen en práctica las funciones del producto. Los elementos físicos se definen
más a medida que avanza el desarrollo. Algunos elementos físicos son dictados
por el concepto del producto y otros se definen durante la fase del diseño de
detalles.
Los elementos físicos de un
producto están organizados de una manera específica en varios elementos físicos
de construcción más grandes, que se llaman trozos. Cada trozo está conformado
entonces por un conjunto de componentes que ponen en práctica las funciones del
producto. La arquitectura de un producto es el esquema por el cual los
elementos funcionales del producto se acomodan en trozos físicos y por medio
del cual éstos interactúan.
Una arquitectura modular tiene
las siguientes dos propiedades:
• Los trozos
activan uno o pocos elementos funcionales en su totalidad.
• Las
interacciones entre trozos están bien definidas y son generalmente
fundamentales para las funciones primarias del producto.
La arquitectura más modular que
puede haber es aquella en la que cada elemento funcional del producto se activa
por exactamente un trozo físico y en el que hay pocas interacciones bien
definidas entre los trozos. Esta arquitectura modular permite que un cambio de
diseño se haga a un trozo sin requerir cambios a otros trozos para que el
producto funcione correctamente. Los trozos también se pueden diseñar de manera
independiente unos de otros.
Lo opuesto de una arquitectura
modular es una arquitectura integral. Una arquitectura integral muestra una o
más de las siguientes propiedades:
• Los
elementos funcionales del producto se activan usando más de un trozo.
• Un solo
trozo acciona numerosos elementos funcionales.
• Las
interacciones entre trozos están mal definidas y pueden ser incidentales
respecto de las funciones primarias de los productos.
Es frecuente que un producto que
incluya una arquitectura integral esté diseñado con el más alto rendimiento
posible en mente. Es posible distribuir la activación de elementos funcionales
entre muchos trozos. Los límites entre trozos pueden ser difíciles de
identificar o quizá no existan. Muchos elementos funcionales pueden combinarse
en algunos componentes físicos para optimizar ciertas dimensiones de
rendimiento; no obstante, las modificaciones a cualquier componente o
característica particulares pueden requerir de extenso rediseño del producto.
La modularidad es una propiedad
relativa de la arquitectura de un producto. Es raro que los productos sean
estrictamente modulares o integrales. Más bien, podemos decir que exhiben más o
menos modularidad que un producto comparativo, como en el ejemplo de los
controles de freno y cambios de la figura 10-2.
Las arquitecturas modulares
comprenden tres tipos: de ranura, bus y seccional (Ulrich, 1995). Cada tipo
incluye un mapa biunívoco de elementos funcionales a trozos e interfases bien
definidas. Las diferencias entre estos tipos se encuentran en la forma en que
están organizadas las interacciones entre trozos. La figura 10-3 ilustra las
diferencias conceptuales entre estos tipos de arquitecturas.
•
Arquitectura modular
de ranura: Cada una de
las interfases entre trozos en una arquitectura modular de ranura es de un tipo
diferente con respecto de las otras, de modo que los diversos trozos del
producto no se pueden intercambiar. El radio de un automóvil es un ejemplo de
un trozo en una arquitectura modular de ranura. El radio ejecuta exactamente
una función, pero su interfase es diferente de cualquiera de los otros
componentes del vehículo (por ejemplo, radios y velocímetros tienen diferentes
tipos de interfases para el tablero de instrumentos).
•
Arquitectura modular
de bus: En una arquitectura modular de bus, hay un bus común al
que otros trozos se conectan por medio del mismo tipo de interfase. Un ejemplo
de un trozo en una arquitectura modular de bus sería una tarjeta de expansión
para una computadora personal. Productos no eléctricos también se pueden
construir alrededor de una arquitectura modular de bus. La iluminación de vías,
los sistemas de estantería con rieles y bastidores metálicos ajustables de
techo para automóviles incluyen una arquitectura modular de bus.
•
Arquitectura modular
seccional: En una arquitectura modular seccional, todas las
interfases son del mismo tipo, pero no hay un solo elemento al cual se unan
todos los otros trozos. El conjunto se construye al conectar los trozos uno con
otro por medio de interfases idénticas. Muchos sistemas de tuberías se adhieren
a una arquitectura modular seccional, al igual que sofás seccionales, mamparas
de oficina y algunos sistemas de computadoras.
Las arquitecturas modulares de
ranura son las más comunes porque, para la mayor parte de productos, cada trozo
requiere una interfase diferente para acomodar interacciones únicas entre ese
trozo y el resto del producto. Las arquitecturas modulares de bus y modulares
seccionales son particularmente útiles para situaciones en las que el producto
general debe variar mucho en configuración, pero cuyos trozos puedan
interactuar en formas estándar con el resto del producto. Estas situaciones
pueden aparecer cuando todos los trozos puedan usar el mismo tipo de energía,
conexión de fluido, aditamento estructural o intercambios de señales.
¿Cuándo se define la arquitectura del producto?
La arquitectura de un producto
surge durante el desarrollo del concepto. Esto ocurre de manera informal, en
los bosquejos, diagramas funcionales y primeros prototipos de la fase de
desarrollo del concepto. De ordinario, la madurez de la tecnología básica del
producto determina si la arquitectura del producto se define por completo
durante el desarrollo del concepto o durante el diseño a nivel del sistema.
Cuando el nuevo producto es una mejora incremental del concepto de producto ya
existente, entonces la arquitectura del producto se define dentro del concepto
del producto. Esto es por dos razones. Primero, las tecnologías básicas y
principios de trabajo del producto se definen de antemano, y por lo tanto los trabajos
de diseño conceptual se enfocan generalmente en mejores formas para incluir el
concepto dado. Segundo, a medida que madura la categoría de un producto, las
consideraciones de la cadena de suministro (es decir, producción y
distribución) y los problemas de la variedad del producto empiezan a hacerse
más notorios. La arquitectura del producto es una de las decisiones de
desarrollo que más repercute en la capacidad de una empresa para entregar con
eficiencia una alta variedad de productos. La arquitectura, por lo tanto, se
convierte en un elemento central del concepto del producto. No obstante, cuando
el nuevo producto es el primero de su clase, el desarrollo del concepto está
interesado generalmente en los principios básicos de trabajo y tecnología en los
que estará basado el producto. En este caso, la arquitectura del producto es
con frecuencia el foco inicial de la fase del diseño de desarrollo a nivel del
sistema.
Implicaciones de la arquitectura
Las decisiones acerca de cómo
dividir el producto en trozos y cuánta modularidad imponer en la arquitectura
están estrechamente relacionadas con varios problemas de importancia para toda
la empresa: cambio de producto, variedad de producto, estandarización de
componentes, rendimiento del producto, facilidad de manufactura y
administración del desarrollo del producto.
Cambio de producto
Los trozos son los elementos
físicos de construcción del producto, pero la arquitectura del producto define
la forma en que estos bloques se relacionan con la función del producto. La
arquitectura, por lo tanto, define la forma en que el producto puede cambiarse.
Los trozos modulares permiten hacer cambios a pocos elementos funcionales
aislados del producto sin afectar necesariamente el diseño de los otros trozos.
Variedad de productos
La variedad se refiere al rango
de los modelos del producto que la empresa puede producir dentro de un periodo
particular en respuesta a la demanda del mercado. Los productos construidos
alrededor de arquitecturas modulares del producto pueden variar más fácilmente
sin agregar mucha complejidad al sistema de manufactura.
Estandarización de componentes
La estandarización de componentes
es el uso del mismo componente o trozo en múltiples productos. Si un trozo
activa sólo uno o pocos elementos funcionales de amplio uso, entonces se puede
estandarizar y usar en productos diferentes. Esa estandarización permite a la
empresa manufacturar el trozo en volúmenes más altos, lo cual no sería posible
de otra manera. Esto a su vez puede llevar a menores costos y mayor calidad.
Rendimiento del producto
Definimos el rendimiento del
producto por lo bien que se realizan sus funciones proyectadas. Las
características típicas del rendimiento de un producto son velocidad,
eficiencia, vida útil, precisión y ruido. Una arquitectura integral facilita la
optimización de las características holísticas de rendimiento y de las que se
activan por el tamaño, forma y masa de un producto. Esas características
incluyen aceleración, consumo de energía, resistencia aerodinámica al avance,
ruido y estética. Considere, por ejemplo, una motocicleta. La arquitectura de
una motocicleta convencional asigna el elemento funcional estructural y de
soporte a un trozo de bastidor y el elemento funcional de conversión de
potencia a un trozo de transmisión.
Capacidad de manufactura
Además de las implicaciones de
costo de variedad de productos y estandarización de componentes descritas
líneas antes, la arquitectura del producto también afecta directamente la
capacidad del grupo para diseñar los trozos que se producirán a bajo costo. Una
estrategia importante de diseño para manufactura (DFM) comprende la minimización
del número de piezas en un producto a través de la integración de componentes.
No obstante, para mantener una determinada arquitectura, la integración de
componentes físicos sólo puede ser considerada fácilmente dentro de cada uno de
los trozos. La integración de componentes en varios trozos es difícil, si no
imposible, y alteraría la arquitectura en una forma impresionante. Puesto que
la arquitectura del producto encierra en esta forma las subsiguientes
decisiones del diseño de detalles, el equipo debe considerar las implicaciones
de manufactura de la arquitectura. Por esta razón, el diseño para manufactura
se inicia durante la fase de diseño a nivel del sistema, cuando la disposición
de los trozos se está planeando.
Gestión del desarrollo del producto
La responsabilidad para el diseño
de detalles de cada trozo suele asignarse a un grupo relativamente pequeño
dentro de la empresa o a un proveedor externo. Los trozos se asignan a una sola
persona o grupo porque su diseño requiere de cuidadosa resolución de
interacciones, geometría y otros aspectos, entre componentes dentro del trozo.
Con una arquitectura modular, el grupo asignado a diseñar un trozo trabaja con
interacciones funcionales conocidas y relativamente limitadas con otros trozos.
Si un elemento funcional se activa por dos o más trozos, como ocurre en algunas
arquitecturas integrales, el diseño de detalles requerirá de una estrecha
coordinación entre grupos diferentes. Es probable que esta coordinación esté
considerablemente más involucrada y sea más difícil que la coordinación
limitada necesaria entre grupos que diseñen trozos diferentes en un diseño
modular.
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